Value-Based Healthcare: Hacia un nuevo modelo de Gestión de la Sanidad
La sostenibilidad de los Sistemas de Salud está puesta en cuestión de un tiempo a esta parte, tanto por el incremento de la demanda de cuidados como por el incremento del coste de prestar dicha asistencia. El cambio de orientación hacia una medicina basada en eficacia y resultados es ya una clara tendencia a nivel mundial. No existe foro internacional o congreso en el que no se hable del Value-Based Healthcare como uno de los cambios necesarios para garantizar la sostenibilidad de los Sistemas de Salud y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo, dicho cambio de modelo no es rápido ni sencillo, requiere cambios estructurales y culturales y las instituciones deben comenzar a prepararse para ellos. La implementación de sistemas de medición de la actividad, calidad y coste unida a una gestión verdadera y objetiva basada en el análisis de la información, son algunos de los primeros pasos necesarios.
¿Por qué es necesario un cambio de rumbo de los Sistemas de Salud?
La sostenibilidad a medio-largo plazo de los Sistemas de Salud de los países desarrollados, se encuentra cuestionada desde hace unos años. Según datos del banco mundial, en 1995 el gasto sanitario representaba un 9,2% del PIB de los países desarrollados. En 2015, según esta misma fuente, el gasto sanitario representaba ya el 12,3% del PIB de estos países. La situación es especialmente alarmante si tenemos en cuenta que factores estructurales, que están afectando tanto a la oferta como a la demanda de servicios de salud, apuntan a un incremento importante del gasto sanitario a medio-largo plazo.
En el lado de la demanda, el cambio demográfico, el aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas y el cambio de expectativas de los ciudadanos están incrementando la carga asistencial del sistema, y con ello, su coste. En el ámbito demográfico, el envejecimiento progresivo de la población (para 2050 se espera, por ejemplo, que el 35% de la población española supere los 65 años de edad) conllevará un consiguiente aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas. Teniendo en cuenta que el tratamiento de dichas enfermedades es ya responsable hoy en día de entre un 70% y un 80% del gasto sanitario en países de la Unión Europea, las proyecciones de envejecimiento de la población e incremento de prevalencia de cronicidad, marcan un escenario un tanto preocupante de cara a la futura sostenibilidad de los Sistemas de Salud. Además de ello, los ciudadanos son cada vez más demandantes con el sistema, ya que desean tener un papel más activo en el cuidado de su salud y tienen unas expectativas mayores de la calidad asistencial que esperan recibir.
En el lado de la oferta, los proveedores de salud tanto públicos como privados, también están detectando cómo el coste de prestar servicios asistenciales está incrementando. Tanto el sector farmacéutico como el de tecnología sanitaria han conseguido grandes innovaciones en las últimas décadas, aunque ello también ha encarecido el coste de la asistencia sanitaria. Las intervenciones cada vez se hacen con técnicas más novedosas y mejores equipos, pero a un coste superior. Los nuevos fármacos, terapias y prótesis son también cada vez más caros. Se calcula que el avance de las tecnologías médicas explica entre el 33% y el 50% del incremento del gasto sanitario en España.
Todo ello, coloca a los Sistemas de Salud de gran parte del planeta ante un serio problema de sostenibilidad y un enorme reto, que no se debe afrontar desde la perspectiva tradicional. El abordaje del nuevo paradigma, exige un enfoque más amplio, con nuevas variables de actuación que incluyan, entre otros cambios, un mayor foco en la gestión de la salud de la población y la medicina preventiva, la atención integral y la continuidad asistencial.
¿Qué es el ‘Value-Based Healthcare?
Algunos países han iniciado ya profundas transformaciones en sus Sistemas de Salud con el objetivo de hacer frente al problema de sostenibilidad. Entre las tendencias que están teniendo un mayor calado, cabe destacar la reorientación hacia el Value-Based Health Care en el que la asistencia sanitaria se basa en el valor que se genera para el ciudadano, en lugar del número de servicios prestados. El concepto Value-Based Health Care, también conocido por sus siglas VBHC, nace de la mano de Porter, Teisberg, Kaplan, Bohmer y Christensen y la teoría base es explicada por Porter, Premio Nobel de Economía, en su famoso libro Redifining Healthcare (2006) y en el artículo ‘What is value in healthcare?’ publicado en el New England Journal of Medicine en 2010.
La teoría del Value-Based Health Care tiene como fundamento la atención sanitaria centrada en las necesidades del paciente y en la generación de valor. Es decir, se aboga por un cambio de modelo en el que la prestación de servicios sanitarios no esté centrada en la cantidad de servicios prestados, sino en el valor de los mismos, entendiendo valor como el resultado global en salud relativo a la calidad de la asistencia y su coste integral.
A raíz de esta teoría, han surgido otras propuestas y marcos de actuación que matizan y modifican el modelo inicial del VBHC, pero el concepto general de todas ellas es el mismo: cambio del foco hacia una medicina basada en resultados, eficiencia y generación de valor.
Este cambio de modelo supondría una transformación para los distintos agentes del sector:
- Para los pacientes, pasar a un modelo de gestión basado en VBHC, significaría un cuidado más seguro, apropiado y eficaz, con mejores resultados de salud y calidad de vida.
- Para los prestadores de salud, el nuevo modelo supondría emplear medicina basada en la evidencia y tratamientos y técnicas de eficacia probada que tengan en cuenta los deseos y preferencias de los pacientes.
- Para el conjunto de la sociedad, el nuevo modelo tendría como resultado un sistema de salud más eficiente y, sobre todo, sostenible.
Hoja de ruta hacia el Value-Based Healthcare
Aunque pocos expertos ponen en duda la validez y beneficios del modelo conceptual y la necesidad de llevarlo a cabo, el camino para poder llegar a tener Sistemas de Salud centrados en resultados y generación de valor para los pacientes, es complejo y requiere una transformación profunda a muchos niveles.
Son muchas las instituciones nacionales e internacionales que están identificando y pilotando una serie de medidas estructurales como hoja de ruta para poder llegar a una medicina basada en VBHC. El Instituto de Estrategia y Competitividad de la Universidad de Harvard, uno de los agentes que más está avanzando en materia de investigación y promoción de Value-Based Health Care, identifica siete pilares esenciales como camino hacia una medicina basada en la generación de valor. Dichos pilares van desde una reorganización de los servicios asistenciales hasta la implantación y fomento de uso de sistemas de información adecuados.
Entre los pasos necesarios para poder llegar a sistema de VBHC, cabe destacar la importancia que todos los expertos dan a la implementación de sistemas que permitan la medición de la calidad y el coste real de la asistencia. Si no se implementan sistemas que permitan recoger, objetivar y cuantificar la actividad, no se podrá medir y mejorar la eficiencia y los resultados en salud.
La medición de la calidad y la eficiencia de un Servicio de Salud es una tarea difícil por su complejidad intrínseca. La dificultad radica principalmente en que la calidad asistencial es un atributo subjetivo y relativo y el coste real de la asistencia prestada es complejo de medir con exactitud. Pese a dicha complejidad, existen hoy en día sistemas e indicadores aceptados internacionalmente y con base científica probada, que permiten objetivar la información y realizar este tipo de análisis y comparaciones.
Varios organismos internacionales están trabajando ya en la definición más exacta de procesos, estándares e indicadores universales de calidad en la práctica clínica que permitan una medición aún más precisa y global de la calidad de la asistencia. Sin embargo, la mayoría de los expertos opinan que a día de hoy, existen indicadores suficientemente exactos como para que las instituciones puedan medir y evaluar la calidad y los costes reales y que estas deben implementar cuanto antes sistemas informáticos robustos que les permitan llevar a cabo dichas mediciones y análisis.
A la hora de implementar nuevos sistemas, es importante tener en cuenta que no es suficiente con la simple implantación de los mismos. Es esencial también promover e incentivar su uso en todos los estamentos de la Organización Sanitaria. Actualmente ya existe en muchas instituciones información suficiente para realizar una gestión sanitaria basada en criterios objetivos, pero nos encontramos en muchas ocasiones con que esta información no es utilizada adecuadamente y se siguen utilizando mayoritariamente criterios no-objetivos para la gestión. Asegurar que, además de sistemas de información adecuados, existe una cultura dentro de las organizaciones de análisis de la información y gestión basada en evidencia, es una de las claves esenciales para una implantación efectiva del modelo VBHC.
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FUENTES
- “Health expenditure, total (% of GDP).” Health expenditure, total (% of GDP) | Data, Health expenditure
- EUROSTAT. Population projections 2004-2050. Luxemburgo: EUROSTAT; 2005.
- REFLECTION PROCESS on CHRONIC DISEASES. European Commission, REFLECTION PROCESS on CHRONIC DISEASES .
- “Las claves de la Sostenibilidad del Sistema Sanitario.” Deusto Business School, Las claves de la Sostenibilidad del Sistema Sanitario.
- “Institute For Strategy & Competitiveness.” Value-Based Health Care Delivery – Institute For Strategy And Competitiveness – Harvard Business School, Value-Based Health Care Delivery.